No hay mal que por bien no venga..., Árbol que nace torcido..., No por mucho madrugar..., El que nace para maceta…, ¡Benditos refranes!, como no los he de rememorar. De niño siempre los escuchaba y los repetía. Hasta una profesora mía en la primaria me apodaba el “dichalachero”. Los he escuchado de mi abuela, mi madre, las profesoras de la primaria, el que barre las calles, el que me vende el pan, mis amigos, lo he escuchado en español o en inglés. El refrán está, justo ahí, inyectado en la vida y en el lenguaje cotidiano. Miguel de Cervantes Saavedra (1547-1616), quien impregnó de refranes su obra “Don Quijote de la mancha”, precisa sin complicaciones lo que es un refrán: "–los refranes son sentencias breves, sacadas de la experiencia y especulación de nuestros antiguos ancianos–”. Y también escribe "– Paréceme, Sancho, que no hay refrán que no sea verdadero, porque todos son sentencias sacadas de la mesma experiencia, madre de las ciencias todas–"
Me gusta escribir de vez en cuando, a veces ponía notas en el facebook, he mandado notas a algún periódico y en general escribo cuando tengo algo que opinar. Es por eso que he creado el blog: “Slim on o son manzanas”. Dicho título hace alusión a un dicho: “Ya sean peras o sean manzanas” y ya sea una cosa o la otra, este espacio es para cuando tengo algo que contar. Espero que este sitio sea de tu agrado.
Un afectuoso saludo.
Suerte con el blog!
ResponderBorrarCreo que los refranes, citas y pensamientos, son breves manifestaciones de seres que por una u otra cosa tuvieron las necesidad de expresar su sentir en determinado momento. Y éstas nos han permitido entender o por lo menos vislumbrar instantes de nuestra vida. También tenemos los refranes que conocemos y van modificando el texto de manera humorística pero tienen el mismo sentido como "Al mal paso dale Gerber" =)
ResponderBorrarPrimo me da gusto ver tu blog, andamos en contacto y estaré pendiente de lo que publiques. SALUDOS!!!
Al igual que mi sobrina Lucía, yo también te deseo suerte querido César. Pero en el trayecto sé comedido, el tinto sobre todo suele romper la memoria del tiempo para sumergirnos en delirios dalinianos en los cuales pasado, presente y futuro hasta se condensan, lo cual nos lleva a topologías de las que creemos ser amos, y en realidad ni vemos sus espacios. Un fuerte abrazo. Miguel
ResponderBorrar